Centrada en el paciente
Desde 1985, cuando las aplicaciones clínicas de los cannabinoides comenzaron a tomar forma gracias a la aprobación del primer fármaco para uso en pacientes con cáncer y VIH, se ha desarrollado esta nueva área de la medicina en diferentes países del mundo donde se tiene acceso a cannabis medicinal.
Debido a las restricciones regulatorias alrededor de la planta cannabis, en general se ha mantenido un acceso restringido a pacientes mediante diferentes mecanismos, ya sea ligados a la disponibilidad de productos, a la legalidad del autocultivo con fines médicos, a la responsabilidad del personal de salud, además de la evolución de la educación con respecto al Sistema Endocannabinoide y el efecto de los cannabinoides en el cuerpo humano.
Además de las consideraciones regulatorias, la complejidad de la planta cannabis y de los más de 500 componentes que se encuentran en ella han convertido en el tratamiento de cannabis medicinal como uno altamente personalizado. Es por ello que, en el contexto clínico, es de suma importancia que el personal de la salud esté capacitado en los alcances, limitaciones y posibles efectos adversos del uso de cannabinoides, además de conformar equipos de trabajo que coordinen esfuerzos en beneficio de los pacientes que se acercan a cannabis medicinal.
La atención centrada al paciente, lejos de ser una opción para los centros de salud de México y del mundo, es ahora una necesidad debido a la complejidad para atender enfermedades crónicas de difícil tratamiento, muchas de las cuales afectan de manera significativa a millones de familias en todo el mundo y generan costos sociales, económicos y cada día aumentan las desigualdades en salud.
La medicina endocannabinoide no es ajena a modelos centrados en el paciente. La complejidad de la planta cannabis y de la interacción de sus componentes con el ser humano le ha convertido en una medicina personalizada, capaz de brindar alivio a diferentes síntomas y afecciones de manera sistémica. Esto se ha evidenciado a través de estudios observaciones, prospectivos, así como a través de data de mundo real.
En Canadá, por ejemplo, la clínica Santé Cannabis centra sus esfuerzos en el paciente desde sus inicios para la creación de programas y actividades que busquen identificar las necesidades de pacientes de enfermedades crónicas de difícil tratamiento. En Chile, Fundación Daya ofrece un abordaje multidisciplinario que se ajusta a las necesidades de sus pacientes a través de talleres y terapias complementarias. En México, Sativa Care ofrece un abordaje interdisciplinario centrado en el paciente que combina atención médica, psicológica, de nutrición, actividad física y de cuidados personales para todos sus pacientes.
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