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Dolor crónico y cannabis medicinal

El dolor y su clasificación

 

La mayoría de nosotros hemos presentado dolor en algún momento de nuestras vidas y de seguro tenemos algún familiar o amigo que padece enfermedades acompañadas de dolor. Alrededor del 18% (10 – 29%) de la población de países en vías de desarrollo padece dolor crónico y muchas veces va acompañado de depresión o ansiedad. Varias pruebas clínicas han demostrado la eficacia de la relación entre dolor crónico y cannabis medicinal.

 

Claro está que todos hemos sentido dolor, ya sea por una lesión aguda o padecimientos crónicos, el dolor se presenta por varias razones y es la forma en la que nuestros cuerpos nos avisan que algo no está bien. Por consiguiente, el dolor se puede clasificar de acuerdo con su duración (agudo y crónico) y también de acuerdo con el mecanismo por el cual aparece. El dolor agudo aparece de manera repentina, usualmente debido a una lesión, y su duración es limitada. El dolor crónico es de larga duración (> 3 meses), suele aparecer progresivamente y muchas veces está asociado a una enfermedad o padecimiento crónico. 

 

En realidad existen varias categorías para subclasificar el dolor agudo y crónico debido a su mecanismo, incluyendo: dolor neuropático, nociceptivo, musculoesquelético, inflamatorio, psicogénico, y mecánico:

  • Neuropático: es causado por una lesión o enfermedad del sistema nervioso central o periférico que causa daño a las terminales nerviosas somatosensoriales (p.ej. neuropatía postherpética, neuropatía diabética). 
  • Nociceptivo: ocurre debido a lesiones como quemaduras, esguinces, y golpes. 
  • Musculoesquelético: aparece por lesiones, mala postura, movimientos repetidos, uso excesivo de las articulaciones, o postración prolongada. 
  • Inflamatorio: está asociado a enfermedades autoinmunes o infecciones y aparece en respuesta a daño o inflamación de los tejidos. 
  • Psicogénico: es causado por factores emocionales, psicológicos, o conductuales (p.ej, cefalea tensional).
  • Mecánico: aparece por compresión, estrés o tensión anormales a articulaciones o tejidos (p. ej. cefalea secundaria a macroprolactinoma).

 

Los desafíos del tratamiento del dolor crónico y la cannabis medicinal

 

El dolor crónico es un padecimiento reconocido que afecta a millones de personas alrededor del mundo. Así mismo, en Estados Unidos, se reporta que entre 50 y 110 millones de adultos presentan dolor crónico, superando a aquellos afectados por diabetes, cáncer, y enfermedades cardiacas. Por otro lado, se estima que el dolor crónico genera costos de entre 560 y 635 billones de dólares por año debido a gastos médicos y productividad laboral perdida.

 

En la práctica médica, se utilizan los anti-inflamatorios no esteroideos (AINES) y opioides para tratar a pacientes con dolor. En realidad, muchos pacientes con dolor crónico desarrollan efectos adversos severos o tolerancia a estos tratamientos. Además, el tratamiento con opioides a largo plazo predispone a los pacientes a generar adicción y los pone en riesgo de muerte por sobredosificación. 

 

Como consecuencia de, en los últimos años se han explorado alternativas para tratar el dolor crónico de una manera más segura y esto incluye el uso de cannabis medicinal. De hecho, varios estudios en animales y humanos han investigado la efectividad de los cannabinoides para tratar padecimientos dolorosos como la fibromialgia y la artritis reumatoide con resultados favorables. Sin embargo, los efectos adversos asociados al uso de THC (o sus derivados sintéticos) pueden limitar su uso en pacientes con enfermedades crónicas como hipertensión arterial o padecimientos psiquiátricos. No obstante, el cannabidiol también ha mostrado potencial como tratamiento para el dolor. 

 

¿Qué tipos de dolor se pueden tratar con CBD?

 

Ciertamente, disminuir el dolor es una de las principales razones del uso de cannabis medicinal pero existe confusión respecto al tipo de dolor que se puede tratar con cannabidiol. A continuación se resume la evidencia científica disponible que servirá a los profesionales de la salud para tomar decisiones basadas en evidencia al considerar el uso de CBD para tratar el dolor en la práctica clínica. 

 

Un ensayo clínico reciente de Suiza reportó que el cannabidiol vía oral a dosis de 800 mg no fue superior a placebo para disminuir el dolor agudo en un modelo de dolor intradérmico inducido eléctricamente. Además, los autores resaltaron la necesidad de evaluar dosis diferentes en ensayos clínicos futuros. Por lo tanto este resultado concuerda con los hallazgos de revisiones sistemáticas previas que reportaron que varios derivados sintéticos del THC administrados vía oral fueron inefectivos para tratar el dolor agudo. Sin embargo, ambas revisiones sistemáticas reportaron que el levonantradol (derivado sintético del THC)  vía intramuscular fue superior al placebo para disminuir el dolor agudo postquirúrgico. Por consiguiente, el cannabidiol intramuscular podría ser efectivo para tratar dolor agudo pero a falta de evidencia científica actual no se recomienda para tratar dolor agudo.

 

A pesar de que el CBD posiblemente no sea efectivo para tratar el dolor agudo, varios estudios han demostrado su utilidad para tratar el dolor crónico. En consecuencia una encuesta reciente reportó que el 59% de los pacientes que utilizan cannabis medicinal en el sur de California percibieron una mejora en su dolor y 68% disminuyeron la toma de otros analgésicos, incluyendo opioides.

 

Al mismo tiempo, un estudio prospectivo llevado a cabo en Indiana reportó que el uso de cápsulas de CBD (~30 mg al día) ayudó a la mitad de los participantes a reducir su consumo de opioides después de 2 meses de tratamiento. Así como, el 95% de los usuarios de las cápsulas de CBD reportaron disminución de dolor (aunque la diferencia no fue estadísticamente significativa) y mejora en la calidad del sueño. Igualmente, otro ensayo clínico de la Universidad de Oxford evaluó la efectividad de extractos de cannabis ricos en THC, CBD, y 1:1 THC:CBD para tratar el dolor neuropático en pacientes con esclerosis múltiple y otras patologías. Por lo tanto este estudio reportó que el uso de extractos de la planta ricos en CBD fueron superiores al placebo para disminuir el dolor neuropático y la espasticidad severa a dosis diarias promedio de 22.5 mg sublinguales.

 

Aún así, desafortunadamente, no existen estudios clínicos en humanos que evalúen la utilidad del CBD para tratar el dolor inflamatorio. Así como, estudios en animales confirman su utilidad para tratar dolor inflamatorio relacionado a osteoartritis en perros y dolor plantar en ratas. Aparte, el CBD tiene efectos conocidos sobre el sistema inmune; inhibe la producción de citoquinas proinflamatorias (IFN-γ, TNF-α, IL-1, IL-2) y promueve la producción de citoquinas antiinflamatorias (IL-10, IL-4). Además, el CBD tiene efectos neuroprotectores que pueden ayudar a disminuir el dolor asociado a padecimientos como la enfermedad de Parkinson y otras enfermedades del sistema nervioso.

 

En resumen, la evidencia científica disponible indica que el cannabidiol puede ayudar a tratar el dolor neuropático crónico y su utilidad en el dolor agudo es debatible. También, el CBD es un potencial tratamiento para el dolor inflamatorio crónico, aunque aún se necesita evidencia para confirmar su utilidad. 

 

Si tienes dudas sobre cómo iniciar un tratamiento o si conoces a alguien que pueda beneficiarse del uso de cannabinoides, puedes acercarte con nosotros, te podemos orientar al respecto.

 

 

Autora: Dra. Yolanda Muñoz Balbontín

 

Fuentes:

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