Hoy, 2 de diciembre de 2020, la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas ha tomando un paso histórico al eliminar a la cannabis de la clasificación de drogas más peligrosas, donde se encontraba desde 1961.

Después de años de estudio basado en evidencia científica, la Organización Mundial de la Salud emitió recomendaciones en 2018 para cambiar la forma en la que se clasifica la cannabis y estas recomendaciones fueron discutidas por dos años hasta la votación de hoy.

El voto final fue ajustado, con 27 votos a favor (incluyendo a México), 25 votos en contra y una abstención. Nuestro país identificó además una oportunidad para dar paso a una revisión que permita disminuir los daños de la Prohibición. Esto es importante ya que, como sabemos, México está por convertirse en el país más poblado en el mundo en aprobar todos los usos de la cannabis y comienza a perfilarse como un referente en el tema a nivel internacional y podría tener un rol más activo en futuras discusiones acerca de la clasificación de sustancias.

Para personas expertas en políticas de drogas, el resultado de hoy no refleja la evidencia científica que ha arrojado los más de 50 programas medicinales de la cannabis en el mundo. Pero es un punto de partida interesante, ya que el resultado de hoy:

1. Reconoce el potencial terapéutico de la cannabis y su legitimidad como medicina.
2. Engloba en los mismos mecanismos de control a la cannabis y los productos derivados de ésta.
3. Valida los usos médicos y científicos de la cannabis, permitiendo a los países fomentar la investigación y, potencialmente, el acceso a pacientes.
4. Permite a los países reducir los daños ocasionados por la prohibición, como el estigma asociado al consumo terapéutico, así como los riesgos asociados a la pérdida de su libertad.

Quedan muchos pendientes y este resultado no representa un cambio fundamental en los mercados de la cannabis y en la lucha por el acceso a millones de pacientes en todo el mundo. Pero sin duda es una razón para celebrar, ahora que todas y todos podemos decir sin temor a represalias que la cannabis es medicina.